lunes, 14 de agosto de 2017

Es un terremoto

Y es mirarte, sentirte, olerte... es reencontrarme contigo tras tanta ausencia que ni te recuerdo... es cruzar las miradas por casualidad... por reflejo... no son mariposas... es un terremoto que nace en la boca del estómago, donde nacen los buenos sentimientos... y los no tan buenos... es un sentir flaquear las piernas, tener que asegurarme de que la voz suena firme... concentrar todas mis fuerzas en no pasear mis ojos por ti como si tomase medidas... es un terremoto... rápido, inesperado y que deja resaca... es un terremoto que deseo y temo a la vez, cada vez... y es mirarte y reclamarme a mi misma un porqué... ¡tomara!

domingo, 11 de junio de 2017

Todo lo que me robaron

La sonrisa... por un minuto. Como a los ojos la luz en un parpadeo. Tan irremediable como reversible. 
Un amigo ¿Robo o  deserción? Nunca estés donde no te quieren, decía mi padre.
La respiración... una y mil veces... cada vez que pienso en ti, a pesar del tiempo y el espacio.
Un lugar... aunque el sentimiento de pertenencia es inviolable.
Un momento... todos los que quieras y cuando quieras.
Un beso... mejor prestado que robado por eso de la reciprocidad.
Una canción... imposible... las importantes nunca las comparto

sábado, 11 de febrero de 2017

Diez amores eternos de un minuto

I

Fue un flechazo. El deseo irreprimible de asaltarte en un paso de peatones... de despeinarte, de arrugar tu impoluta chaqueta... de morderte los labios... de besarte durante un eterno minuto para que tuvieras que explicar en la oficina por qué llegas hoy tarde. Fue un flechazo.

II

Por los siglos de los siglos... y sin descanso, sin pausa... así te amo... desde que decidiste necesitarme como respirar... desde que despertaste mi piel... desde que desafiaste al mundo por mi durante un minuto... Por los siglos de los siglos... y sin descanso...

III

Blanco y negro. Impecables. Anónimos. Dos. Subido en esos zapatos es fácil conquistar el mundo, conquistarme a mi... refugiado en ese semblante serio, discreto... destacando entre el bullicio que nos rodea... llamando tan poderosamente la atención que es imposible no mirarte.

IV

Mil doscientas fotos después apareciste. Aún se me acelera el corazón cuando lo recuerdo. Sonrisa perfectamente imperfecta, ojos extraordinariamente marrones, ni alto ni bajo, ni gordo ni flaco, tan comunmente especial que no puedo olvidarte.

V

A veces los sueños se hacen realidad, lo se por experiencia. El problema de los sueños es el tiempo y el nuestro siempre es demasiado corto...

VI

¿Cuántos años tienes? Los suficientes para cortarte la respiración... Amén


VII

Nos faltó un minuto. Un instante de mirarnos a los ojos y decirnos la verdad. Nos faltó un minuto. Una frase para derribar obstáculos de papel. Nos faltó un minuto... y aún nos falta.

VIII

Cuando quieras nos vemos. Cuando tengas un minuto, llama. Prometo ponerme el traje de lentejuelas y cantarte a lo J LO para que puedas contarlo a tus amigos por teléfono. Cuando bajes nos vemos.


IX

¡Menos mal que no te amé! ¿Qué habrías hecho? ¿Esconderme en una caja de zapatos de tacón alto? ¡Menos mal que no me amaste! ¿Qué habria hecho? ... Inspirar por siempre tu olor.

X

Deja de huir. Disfruta de tu zona de confort. Sientate en tu sofá, pon la tele y abre una cerveza... y si puedes, no te acuerdes de mi en el último trago.






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viernes, 10 de febrero de 2017

Te presto mis ojos

Te presto mis ojos. Úsalos para mirarte al espejo... y hazlo como lo hago yo desde que te descubrí entre la maraña de caras de mi día a día. Párate un segundo a contemplar esa chispa que enciende tus pupilas.. deleitate en ese brillo extraordinario.
No hace falta que te cambies la sonrisa, Sergio.
No hace falta.
Te presto mis ojos, para que veas cuán especial resultas con sólo mirarte.

domingo, 22 de enero de 2017

Todos tenemos un Cadillac Solitario

Todos tenemos un cadillac aparcado en una curva de nuestra memoria esperando esa foto que nos reviente las costuras... esa canción que nos deja huérfano el corazón... ese desasosiego que permanece durante días.
Todos tenemos ese lugar desde el que contemplamos la vida con las vísceras al aire... obviando lo políticamente correcto y al que volvemos cada cierto tiempo para sentirnos vivos, vivos a base de dolor.
Todos hemos intentado alguna vez -o hasta cansarnos- cambiar el coche, el lugar, los recuerdos sin pensar que esa es otra forma de tenerlos presentes.
Mi cadillac es tu mano en mi cara, nuestros alientos cálidos en el frío de una noche de diembre... y siempre, siempre que veo una foto tuya... tarareo