domingo, 23 de diciembre de 2018

Dos corazones

Dos corazones tengo
Dos corazones
Uno late contigo
Y otro a tu lado

Dos corazones tengo
Dos corazones
Uno sangra por dentro
Otro está helado

Dos corazones tengo
Dos corazones
El que perdona siempre
y el olvidado

Dos corazones tengo
Dos corazones

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Anoche

Y anoche, después de mil días sin ti, volviste a casa. Fue un concierto -dijiste- lo que te mostró el camino de vuelta. Lo increíble es que no tuve ni que abrirte la puerta. Nunca te habías ido.
Anoche volviste a mirarme con tus ojos límpidos. Me tomaste la mano. Me tocaste el alma. Esas manos largas se quedaron suspendidas en mi cara, como tantas otras veces.
Anoche me hablaron tus ojos, me envolvió tu olor, mientras tu boca me ponía al día de experiencias ajenas.
Fue raro que no me tocaras, que no me besaras...
Anoche soñé contigo. Fue como un cuento de hadas. Tú eras príncipe en mi cuento y yo tu reina encantada... y cuando hoy me desperté y vi que tú me faltabas quise quedarme dormida... pero el sol no me dejaba

viernes, 9 de noviembre de 2018

Déjala que calle

Déjala que calle
que se pierda en el silencio que le robaron
el de sol a sol
las fichas de dominó
los churumbeles
la vida
Déjala que calle

Délaja perderse en su silencio ganado
sudado a sangre
cosido de incomprensiones
Déjala que calle

Déjala cerrar los ojos casi ciegos
los oídos rotos
el vientre cansado
el cuerpo herido
Déjala que calle

Déjala olvidar tu nombre
el de los que quiere
el de los que le han hecho daño
todos
Déjala que calle

Cógele la mano
Mira sus ojos nublados
... y déjala que calle...

miércoles, 31 de octubre de 2018

Con los ojos cerrados

Con los ojos cerrados
Así
Como habla más fuerte el corazón
Con los ojos cerrados
Como saben mejor los besos

Te miro desde el silencio
En el que sólo suenan tus sueños
Te veo
Te siento
Te huelo
Con los ojos cerrados
Como en los besos

Te siento vivir
Respirar
Sonreír
Reír
Con los ojos cerrados
Como en los sueños

viernes, 5 de octubre de 2018

La mentira más bella

Lo primero que hicimos fue mirarnos a los ojos como si nos conociéramos.
Después bailamos, brindamos, hablamos...
Descubriste que te estabas perdiendo la vida. Descubrí que casi me la pierdo.
Después seguimos bailando, bebiendo, brindando, hablando...
Me dijiste la mentira más bella. Te creí unas horas.
Amaneció demasiado pronto.


miércoles, 26 de septiembre de 2018

Orisha

Nunca me servías café, preferías iniciar conmigo una diatriba sobre lo poco que me gusta la cerveza Heineken y lo temprano que era para tomar copas. Siempre ganabas. Fue la época de mi vida que más vodka con naranja bebí... y menos cerveza.
Eras un orisha. Con una mente rápida, un instinto de supervivencia desarrollado y un son que te delataba más que el color de tu piel.

martes, 25 de septiembre de 2018

Cada vez que respiras

Es difícil vivir sin respirar, respirando poco. No es imposible. Es complicado vivir al latido de la respiración de otra persona. Te ahogas. Te mueres de miedo. Da pavor. No es imposible.
Así era lo tuyo, como una respiración trabajosa, entrecortada, con obstáculos. También era emoción, adrenalina pura. Era primera vez.
Una vez olvidaste mi nombre. Fue un accidente. Durante años te mantuve en el limbo. Fue un accidente.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Te había soñado mil veces

Te había soñado mil veces sentado en un porche con el mar reflejado en tus ojos. Con los pies descalzos.
Te había soñado mil veces cantándome al oído 'Blue Spanish sky' con tu voz mecida al son de una guitarra.
Te había soñado mil veces barriéndome con la mirada mientras mis piernas colgaban de un columpio de madera.
Te había soñado mil veces mirándome a los ojos.
Te había soñado mil veces acercándote a mi con un suave balanceo de caderas.
Te había soñado mil veces con tus manos blancas de uñas cuidadas.
Te había soñado mil veces invitándome a bailar...
Había imaginado tantos detalles de ti, que fue imposible que te ajustaras al sueño.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Gané un sofá

¿Ya te vas a casa? fue tu primera frase.  Contigo perdí 10 años, que recuperé de golpe cuando te fuiste a la conquista de Italia. 
Ese verano fui más que nunca a la playa, me subí a una tabla de surf -sin ningún glamur deportivo- y recuperé el hábito de compartir litros de cerveza con los amigos... los tuyos. Los míos te daban miedo. 
Un día viniste a ver un partido de fútbol en la tele y te quedaste hasta que tu madre quiso llenar mi nevera de tuppers. Te cambié por un fin de año en Lisboa. Dejé de despertarme con la cara de Dani Martín frente a mis ojos cada mañana y los desayunos en la cama. Gané un sofá.

sábado, 22 de septiembre de 2018

El último regalo

Ojos profundos, nariz afilada, chaqueta de cuero y tupé. Una Harley aparcada en la puerta. Miel sobre hojuelas. Los kilómetros nunca fueron un problema, te bloqueabas en las distancias cortas. Alguién me comentó una vez que el problema eran mis sonrisas. Nunca entendí cómo un "pase cuando quiera" pudo convertirse en una muralla. Yo buscaba pareja de baile, no anillo de compromiso. Tú no habías conseguido sacar al pueblo del niño. Tu mano tardó demasiado en posarse en mi nuca y cuando levanté la vista se había acabado nuestro tiempo. Un paseo en Harley fue tu regalo... el último de ellos.

Bajo la luz de la luna

Hablabas raro, mirabas raro, caminabas raro. Eras nuevo en la clase. Ejercías esa mezcla entre fascinación y reparo que provocan las cosas que no controlas, las personas que no conoces. Bailamos bajo la luz de la luna hasta que Carlos Segarra empezó a equivocarse en la letra. Cumplía 14 años y sólo podía pensar en ojos azules.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Copas largas

Te gustaban las copas largas, tan largas como tus silencios. Nunca bailabas y tu cara de pocos amigos solía espantar a casi todos. El resto, unos pocos elegidos, éramos obsequiados con tus sonrisas y tu sarcasmo, entonces la vida era más fácil. Era mejor.
Lo que más me gustaba de ti era tu pierna izquierda. Con ese físico perfecto sin proponértelo dabas el pego como deportista de talento, sin embargo sólo se salvaba tu pierna izquierda. Bueno...  y la potencia de zancada, en eso eras inalcanzable. Y lo que menos, tu incapacidad para relacionarte con otros siendo tú mismo, sin que mediara un chiste.
Contigo gané la peor de las apuestas. Te cambié mi trenza por un beso y aceptaste, quizás para hacerme callar.
Una vez te dije que por tí sería capaz de renunciar a todos mis planes de vida. Me miraste a los ojos, sin parpadear. Diste un sorbo a tu copa larga y dejaste pasar el tiempo.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Contracrónica musical

Con Coca Cola dijiste y entendí que te quedabas para siempre. Sentado en el sofá, nervioso -pensaba yo- escaneabas cada detalle de la habitación, un salón común de una casa común si no fuera por los detalles que hablan de lo que a mi me importa. Me quité los zapatos, lo hago cada vez que entro en casa, es como una declaración de principios: estoy en territorio amigo, te decía. Elegí 'A fusa´de Vinicius de Moraes ... "a felicidade é como a pluma que o vento vai levando pelo are.",  te di la copa y me senté a tu lado. Estabas borracho... pero no tanto.

martes, 18 de septiembre de 2018

Then we take Berlín

Te conocí en un bar. Fue mirarte e imaginarte recortado en otro escenario, donde tú no conquistabas corazones a base de dólares y yo no zozobraba entre la cerveza y un desengaño.

Te conocí en un bar. Sonaba 'First we take Manthatan' mientras mi corazón galopaba entre el infarto y la incertidumbre. Fuiste el primero en hablar con palabras, ya mis ojos se te habían rendido.

Te conocí en un bar. Justo un segundo antes de sacarme el disfraz del día a día y cantar una de la Pantoja con un cepillo como micro. No fue una sorpresa para ti, ya habías asistido a alguno de mis conciertos de aforo limitado. Mi mirada no te había reconocido aún.

Te conocí en un bar. Y si cierro los ojos puedo sentir tu mano sobre mi pantalón vaquero emulando 'El Piano'. Me invitaste a una cerveza y yo susurré el estribillo de Cohen como una oración.

Te conocí en un bar. Tú nunca me conociste.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Se me rompió el amor

Hace tiempo se me rompió el amor. Aún me duele porque era un amor puro, real, desinteresado. Era un amor de amigos. Otras veces se me agotó el sentimiento, como a todos, pero fueron finales que se veían venir, no me pillaron desprevenida.
Hace tiempo se me rompió el amor. No me lo esperaba y por eso me dolió tanto. Fue como una puñalada del destino, a traición y sin vuelta atrás.
Hace tiempo se me rompió el amor. Y hoy me he acordado al escuchar una canción que solíamos cantar desgañitándonos mientras nos bebíamos la vida a sorbos de cerveza.
Hace tiempo se me rompió el amor.

martes, 28 de agosto de 2018

Tormenta

Si no puedo retenerlo en el pecho
Si no puedo
Si escuece y palpita como una herida
Si duele
Si...

martes, 17 de julio de 2018

Seis días

Fue de repente
como pasan las cosas que no se olvidan
Fue en un segundo
o quizás una lenta eternidad que me desconcertó
Fue una sorpresa
cuando me vanagloriaba de estar a salvo
lejos de todos y de todo
a salvo

Es incierto
volátil
etéreo
incontrolable
como las cosas que merecen la pena
Es la vida

miércoles, 11 de julio de 2018

Cuestión de peso

Y de espacio
De intención
De nadar entre la duda
De flotar en la certeza
De debatirte entre el "otra vez" y el "¿por qué no?"

Cuestión de peso
como el respirar
como el día a día

Y de perspectiva temporal
De realidad
De percepción desnuda
De tomar una pausa
De luchar entre lo posible y lo deseable

Cuestión de peso
como sobrevivir
como seguir respirando


Y de ganas
De fuerza
De seguir adelante
aunque lo que te pida el cuerpo sea parar

viernes, 6 de julio de 2018

Te me enredas

Te me enredas
En los pensamientos
Entre la letra de una vieja canción
dónde antes no entrabas
Entretejes tu cara,
tu sonrisa, tu voz
en las costuras de mi alma

Te me enredas
Como un verso recitado
Como un mantra

Te me enredas
En el tiempo
En los minutos
como horas que no acaban
Te apareces
cual destello de luz
en la noche cerrada

Te me enredas
Susurrando mi nombre
Llenándome de esperanza

sábado, 16 de junio de 2018

Y no te enteras

Y no sé si quiero
la verdad
desnudarme tanto.
Más allá del pecho descubierto cuando te miro a los ojos
De las rodillas al aire cuando mi corazón salta
Cuando vuelvo a verte
Y si te miro
Y si me miras
Y si me ves
Y no sé si quiero

lunes, 23 de abril de 2018

Intrusos

Nos rodean. Son una realidad más tangible que una misma. Ocupan plazas públicas, tienen voz y voto y nos han desplazado a la periferia de casi todo. Y no es que las afueras de nada sea un mal lugar en el que estar, es que en la mayoría de las ocasiones no nos queda otro remedio.
Sumergida en la bulliciosa tarde de una Huelva cualquiera, ayer mismo, crucé mi camino con unos cuantos intrusos. Hay impostores de profesiones, de lugares y, los que para mi ocupan el sitio menos honroso de la cadena alimenticia, los suplantadores de sentimientos.
Hay que tener cuidado de no rozarlos siquiera... cual ortigas dejan ese recuerdo de picor que dura días y que vuelve cada vez que te los cruzas por la calle.