sábado, 11 de febrero de 2017

Diez amores eternos de un minuto

I

Fue un flechazo. El deseo irreprimible de asaltarte en un paso de peatones... de despeinarte, de arrugar tu impoluta chaqueta... de morderte los labios... de besarte durante un eterno minuto para que tuvieras que explicar en la oficina por qué llegas hoy tarde. Fue un flechazo.

II

Por los siglos de los siglos... y sin descanso, sin pausa... así te amo... desde que decidiste necesitarme como respirar... desde que despertaste mi piel... desde que desafiaste al mundo por mi durante un minuto... Por los siglos de los siglos... y sin descanso...

III

Blanco y negro. Impecables. Anónimos. Dos. Subido en esos zapatos es fácil conquistar el mundo, conquistarme a mi... refugiado en ese semblante serio, discreto... destacando entre el bullicio que nos rodea... llamando tan poderosamente la atención que es imposible no mirarte.

IV

Mil doscientas fotos después apareciste. Aún se me acelera el corazón cuando lo recuerdo. Sonrisa perfectamente imperfecta, ojos extraordinariamente marrones, ni alto ni bajo, ni gordo ni flaco, tan comunmente especial que no puedo olvidarte.

V

A veces los sueños se hacen realidad, lo se por experiencia. El problema de los sueños es el tiempo y el nuestro siempre es demasiado corto...

VI

¿Cuántos años tienes? Los suficientes para cortarte la respiración... Amén


VII

Nos faltó un minuto. Un instante de mirarnos a los ojos y decirnos la verdad. Nos faltó un minuto. Una frase para derribar obstáculos de papel. Nos faltó un minuto... y aún nos falta.

VIII

Cuando quieras nos vemos. Cuando tengas un minuto, llama. Prometo ponerme el traje de lentejuelas y cantarte a lo J LO para que puedas contarlo a tus amigos por teléfono. Cuando bajes nos vemos.


IX

¡Menos mal que no te amé! ¿Qué habrías hecho? ¿Esconderme en una caja de zapatos de tacón alto? ¡Menos mal que no me amaste! ¿Qué habria hecho? ... Inspirar por siempre tu olor.

X

Deja de huir. Disfruta de tu zona de confort. Sientate en tu sofá, pon la tele y abre una cerveza... y si puedes, no te acuerdes de mi en el último trago.






+

viernes, 10 de febrero de 2017

Te presto mis ojos

Te presto mis ojos. Úsalos para mirarte al espejo... y hazlo como lo hago yo desde que te descubrí entre la maraña de caras de mi día a día. Párate un segundo a contemplar esa chispa que enciende tus pupilas.. deleitate en ese brillo extraordinario.
No hace falta que te cambies la sonrisa, Sergio.
No hace falta.
Te presto mis ojos, para que veas cuán especial resultas con sólo mirarte.