La ciudad cambia como cambias tú. La ciudad no para, camina hasta olvidar sus contornos, hasta dibujarse de nuevo. La ciudad muta... a veces para peor.
Mi ciudad cambia como cambio yo, en un sintentido de causa efecto con el mismo final y distinto recorrido. Mi ciudad no para y me arrastra en el intento, aunque no quiera. Mi ciudad se desdibuja, se emborrona y se vuelve a dibujar conmigo de espectadora impotente. Mi ciudad muta, mi ciudad ha mutado.
Cambio, como cambia la ciudad, casi siempre sin darme cuenta. Giro y giro impulsada por las fuerzas ocultas de la vida, me mueven sin remedio. Boceto a boceto, borrón a borrón, día a día, muto, cambio, me has cambiado.
La ciudad cambia como cambias tú... la vida cambia.
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