domingo, 29 de marzo de 2020

La luz y la música

Me gusta el color. Rodearme de cosas alegres, chillonas y contrastantes me produce un subidón de endorfinas. Curiosamente no me gusta el color en mí, prefiero que brillen las cosas y las personas que me rodean, cada una a su manera, a su forma loca o malcarada, eso da igual.
En estos días hostiles en los que me encuentro siempre e inevitablemente rodeada del color que hay en mi casa, he cambiado de opinión. Ahora sé que me gusta más la luz que el color. Ya es un privilegio vivir en Huelva, donde incluso a los noctámbulos nos seduce su brillo, pero no se trata de eso.
En estos días hostiles para el ánimo, la luz me la traen las voces y las palabras, la música... Una cerveza compartida por videollamada o señales de humo (queda asumido amigos), un mensaje compartido desde puntos distantes mientras nos tomamos esa cerveza -la última de mi nevera-, una risa escondida en un emoticono, un beso, un abrazo... eso es la luz.
En estos días hostiles la música es el antídoto para manternerse en pie. Sí, en pie. Porque esta experiencia es traumática para casi todos -mi sobrina Ángela dice que ella lo lleva mejor porque no le gusta salir como a mi-  ha derribado nuestros castillos y nos obliga a construirnos una nueva casa con lo que queda. Los trabajos que quedan, los amigos que quedan, las aficiones que quedan, las rutinas que quedan... Después de 15 días nos vemos obligados a empezar de nuevo, acostumbrados a que en el supermercado haya de todo, en el habitual o en el otro. Acostumbrados a tener rápido y bien todo lo que queremos, online u offline. Comprar rápido, consumir rápido, valorar rápido... el bicho nos está obligando a echar el freno, a no correr, a saborear la última cerveza, a volver a escuchar otra vez esa canción.
En estos días hostiles los dos únicos hábitos que conservo indemnes son el de levantarme temprano y el de saborear la música que me gusta, el resto de costumbres pequeñas y grandes, vitales y superfluas, aparecen y desaparecen dependiendo del día y del ánimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario