martes, 22 de enero de 2013

Tarta pública

Leí de buena mañana una frase de un ilustre futbolista que decía: sabes que para tocar el cielo antes hay que bajar a los infiernos. Y puede que tenga razón el amigo Manolo en lo metafórico porque para apreciar la dimensión de lo bueno que pasa en la vida hay que tener presente el referente de la desgracia. Hay que tener algo con lo que comparar.
Vivimos la lógica inversa, en esa nos han metido los políticos que adoptan la táctica del avestruz -esconde la cabeza que no te ven- o la del camaleón -entre tanta mierda quién se va a fijar en el tipo de verde. Así es la vida en general, no la política. La aceptamos desde que nos quitamos el pijama hasta que nos lo volvemos a poner. Un día tras otro y sin descanso. Así hemos llegado a que se venda un club municipal, que costó un dinerito en terrenos y que tiene empantanado el corazón de la Isla Chica, por nada. ¿Qué se ha hecho en el Ayuntamiento con el dinero de la venta del Recreativo a manos privadas? Reconozco mi ignorancia, igual han pagado nóminas, proveedores, etc y no me he enterado. Es lo que tiene estar fuera del circuito.
Sin embargo, ahora sí me entero de que Hacienda -recordemos hacienda somos todos- le fracciona una deuda de 11 millones de euros a un club de fútbol PRIVADO -de un señor- en 96 pagos (mes a mes durante 8 años) de 70.000 euros. Hagan las cuentas, un 35% de rebaja y sin pronto pago.
También me entero que entre el Levante, el Hércules y el Valencia deben 118 millones de euros en préstamos a los bancos que tendrá que abonar la Generalitat Valenciana porque un señor muy clarividente llamado Camps avaló con dinero público una gestión privada de ocio. 
El modus operandi es el mismo: dinero público usado para beneficio de unos pocos y con el beneplácito de los muchos que aprueban esa gestión política. No nos salvamos ni uno. En el mismo saco meto a los que son incapaces de proponer una alternativa que convenza, a los que se quedan en su casa durmiendo el día de las elecciones y a los que usan orejeras azules con estampado de gaviotas.
Y es más, la forma de actuar coincide y la justificación también. El Recreativo es un símbolo de la ciudad -se demuestra en actos como hermanamientos con carreras de caballos de Sanlúcar, con amplio calado en la ciudad onubense, y en la venta por dos duros de cualquier jugador con DNI Onuba al que se le ocurra destacar. Sin olvidarnos de una camiseta de lunares ¡roja y blanca!- El Valencia, el Hércules y el Levante llevan, según los políticos, el nombre de su comunidad por todo el mundo... llegados a este punto pondría un emoticono, pero no me parece serio.
Se recorta en sanidad, servicios públicos, educación, sueldos, etc. Recomiendo estudiar qué han tenido que hacer los operarios de la limpieza en Granada para no engrosar la lista del paro -2,5 % menos de sueldo y más horas de trabajo- Recomiendo reflexionar los muchos significados de la palabra cierre, por eso de que dice la señora Cospedal que no está cerrando servicios de urgencia nocturnos, sino mejorándolos. Y recomiendo encarecidamente que analicemos quienes son los paladines de todas estas justísimas decisiones. Y finalmente ruego a los de las orejeras que se queden las próximas elecciones en casa, a los que se quedaron en casa -en Galicia hace pocos meses, recordemos- que se quiten el pijama y a los que tengan la responsabilidad de gestionarnos que POR FAVOR dejen de jugar con el futuro de 7 millones de personas/familias y se pongan manos a la obra.

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