sábado, 22 de septiembre de 2018

El último regalo

Ojos profundos, nariz afilada, chaqueta de cuero y tupé. Una Harley aparcada en la puerta. Miel sobre hojuelas. Los kilómetros nunca fueron un problema, te bloqueabas en las distancias cortas. Alguién me comentó una vez que el problema eran mis sonrisas. Nunca entendí cómo un "pase cuando quiera" pudo convertirse en una muralla. Yo buscaba pareja de baile, no anillo de compromiso. Tú no habías conseguido sacar al pueblo del niño. Tu mano tardó demasiado en posarse en mi nuca y cuando levanté la vista se había acabado nuestro tiempo. Un paseo en Harley fue tu regalo... el último de ellos.

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