sábado, 3 de noviembre de 2012

Un aperitivo optimista


A pesar de la lluvia, del gris del cielo y del encierro forzado, estoy contenta. Hay cosas en la vida que son como un chute de adrenalina. Tiene más que ver con lo que significan para uno mismo y menos con el valor objetivo de los acontecimientos en sí. Por eso, una cerveza con los amigos es más valiosa que un almuerzo con el presidente del gobierno. Como decía, estoy contenta y no es porque no tenga razones para salir a la calle a protestar por las políticas canallas que están matando a una generación entera (o por los empresarios canallas que se aprovechan de las circunstancias para seguir ganando), sino porque he desarrollado con el tiempo un sano gusto por las cosas pequeñas. Un rato con los amigos, una frase de cariño inesperada y espontánea, y un espectáculo genuino llenan la mochila de buenas sensaciones. Dejan un agradable regusto y despiertan las ganas de seguir consumiendo esas buenas sensaciones. En tiempos de crisis, de ahorro, de escaseo, les propongo un buen plan para los viernes por la noche. A las 21.00 horas, en el Andrés Estrada (escenario de tantos días de historia del baloncesto onubense), cada quince días se puede ver espectáculo deportivo, calidad humana, esfuerzo, optimismo, ganas de trabajar... una receta perfecta para huir/salir de la crisis. A mi me sirve de catarsis, prueben, prueben... quizás se enganchen.

2 comentarios:

  1. Hola guapa! Estoy atento y listo para seguir tu blog,además de ser el primero en comentar,jejejeje.Ánimo y a seguir adelante.
    Por cierto,soy Fernando,el primo de Marga...

    ResponderEliminar
  2. Ole, fali. Interesante reflexión en este primer post de entrada. Se queda una con ganas de más, así que ya estamos impacientes de leer la próxima receita de vida... Besos
    Carmen Alcázar

    ResponderEliminar