sábado, 10 de noviembre de 2012

Una receta de papá

Hay olores que no necesitan explicación. La resina de pino, la tierra mojada, el mineral, la flor de la manzanilla...los padres. El mío hubiese cumplido hoy 83 años, los ha cumplido de hecho. Lo revivo cada vez que llego a casa, la casa del pueblo que aún después de muchos años fuera siempre sigue teniendo esa identidad de casa-puerto-meta-refugio-hogar. Es un renacer sensitivo. Casi no quedan ya cosas suyas a la vista, salvo en su garaje o en su huerto, claro. Y es un recuerdo dulce, vitalista. Siempre fue un hombre rotundo, con sus aciertos y sus errores. Y práctico, muy práctico...las cosas hay que hacerlas mientras uno tiene fuerzas para hacerlas y nada, absolutamente nada, es imposible por difícil que parezca. Ya buscarás la manera. Hoy toca una receta prestada.

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